Medio siglo de vida

Cumplir 50 años pareciera ser un cumpleaños más, como cualquier otro.

Pero varias personas me dicen "ya llegaste a la mitad de tu vida" Jajaja, pues eso si mi expectativa de vida son 100 años pero, de acuerdo con la CONAPO, la expectativa de vida para los hombres en México en 2023 era de 72 años. Esto significa que la mitad de mi vida pudiera ya haber quedado hace unos años atrás.

La realidad es que nadie sabe cuándo llegará ese día.

Pero al estar aquí, a punto de cumplir mis 50, me siento como si estuviera en una parte muy alta de la montaña, asomándome a la orilla del precipicio. Es emocionante, pero al mismo tiempo da miedo.

A los 20, la vida se ve al frente, como un horizonte sin fin. Pero aquí, ya no se ve tan lejano. La vida se ve más corta.

Y la verdadera incógnita no es cuánto tiempo queda de vida; es cuánto tiempo queda de vida con calidad. Cuánto más me durarán las fuerzas, la salud, la integridad física. Especialmente si se empieza con achaques... Que si la rodilla, que si la ciática, que si la vista, los triglicéridos, etc, etc.

El tiempo se hace pequeño y cada instante toma mayor valor.

Que por otro lado, si veo hacia atrás, he tenido tantas vivencias, he experimentado tantas cosas... Cuatro vidas, como lo menciono en mi presentación (en la sección sobre mí) 50 años ha sido mucho tiempo, mucho lo vivido. Y si me quedan por delante, no sé, ¿30 años más? ¿Cuán cantidad de cosas podría vivir?

Así, medio siglo de vida se manifiesta en una dualidad. Entre el miedo y la melancolía y la felicidad y la emoción de todo lo que puede llegar a ser.

Y entre el pasado y el presente, entre el camino recorrido y el camino por recorrer, el momento actual se vuelve lo más valioso y maravilloso que poseo.

Viviendo cada día con amor, con pasión, con entrega, con atención. Tratando con todas mis fuerzas de no existir sin ser, de no ir como robot por la vida, sin percatarme de lo que ocurre, encerrado en la rutina. Sino esforzándome de ser consciente de cada momento. Como dijera Alberto Cortez, "de ser lluvia, en lugar de ver llover"