Cómo tratar a los demás

El trato social es un tema complejo; hay diferentes opiniones respecto a la mejor forma de tratarnos los unos a los otros.
Pudiera parecer simple y lógico, pero se complica cuando involucramos emociones.
La biblia dice "ama a tu prójimo como a ti mismo" También dice: "trata a los demás como quisieras ser tratado"
Mi padre me decía (aunque con otras palabras) "a malvado, malvado y medio" "Más vale que digan que eres malo a que digan que eres tonto"
¿Ser noble o ser suspicaz? ¿Callar o defenderse?
Muchas de estas aseveraciones ponen énfasis en la otra persona, en una relación recíproca. Es complejo, como lo mencioné.
Al día de hoy, a mis 50 años, lo que me ha funcionado y redituado más es tratar a los demás con amor y respeto, con empatía y compasión. No por lo que me den de regreso o por su reacción. Sino por lo que esto deja en mí, dentro de mí. Paz, tranquilidad, amor.
Pero no es fácil... a veces dan ganas de contestar la agresión, de pagar con la misma moneda. Pero eso solo deja odio y suciedad en el alma.
Por eso, cuando alguien no me respeta, cuando alguien me trata injustamente... lo mejor que puedo hacer es alejarme. Si es posible, esa persona dejarla totalmente fuera de mi vida. Si no es posible, entonces limitar el trato a lo mínimo necesario y sin darle mayor valor del necesario.
No ignorarle, porque si debo trabajar con esa persona, lo hago; pero no le otorgó ningún valor personal.
El valor y poder que tenga una persona lo determino yo, poniendo el respeto a mí mismo por delante.
Entendiendo que todos somos seres humanos, con virtudes y defectos, con ilusiones y miedos, con sabiduría y torpeza. Haciendo lo mejor que podemos con lo que tenemos. Aunque hay personas que deliberadamente son irresponsables.
Por ello, el enfoque está en mi. Cómo quiero tratar a los demás, cómo quiero que me perciban los demás, que imagen quiero transmitir a los demás y, sobre todo, qué quiero hacer sentir a los demás y que huella quiero dejarles.
Tenemos el poder de tocar almas, de cambiarle el día a alguien (para bien o para mal) A veces con una palabra, con una guía, con simplemente escucharle o con un gesto de compresión.
Y no hay nada más reconfortante que dejar una sonrisa y un poco de paz en la otra persona.

Namasté 🙏