Tercera vida - El inicio

Este es un período largo, de unos 20 años, en donde tuve muchos aprendizajes. Es por ello que lo compartiré por temas.
Durante mi infancia y adolescencia no tuve bien definida mi identidad. Era como una hoja en el agua, que iba hacia donde la corriente me llevara. Imitaba a mi padre, queriendo ser como él. Luego a los amigos. O a algún personaje de la tele. Actuaba simplemente, a veces cayendo en lo ridículo sin darme cuenta.
Pero, afortunadamente, siempre hubo un personaje que me atrajo, que llamaba mi atención y me generaba emociones. Era ese hombre en las películas, caballeroso, galante, amable, sofisticado al hablar. Algo intrigante al no ser popular ni extrovertido. Por el contrario, humilde, discreto. Pero que su presencia era grata; que lograba conquistar la atención de cualquiera y se ganaba el cariño de los demás.
Ese personaje me gustó desde temprana edad y soñaba con ser así, aunque pensaba que alguien como yo, no podía serlo. Era como el sueño inalcanzable. Pero movía mucho mis emociones.
Cuando decido acabar con el ser que era y construir uno nuevo, era evidente el camino a seguir...
¿Qué tenía que perder? Si en ese punto de mi vida ya lo había perdido todo.
¿Por qué no tratar de convertirme en ese personaje? Y no de una manera falsa, actuada. No. Sino desarrollando cada característica, cada habilidad, cada actitud, cada valor.
Así comenzó mi camino y la construcción de mi más grande proyecto.